Todos tenemos manías, a la hora de vestirse, comprar, trabajar o incluso manías al hablar. Pero, ¿qué ocurre cuando nos topamos con las manías de los demás?
Normalmente no las soportamos. ¿Cuantas veces te has sentado al lado de alguien en el autobús, y este iba mascando chicle de tal forma que el ruido que hacia era superior al que hacia el autobús?
Estos comportamientos nos suelen molestar poco después de conocer a ‘esa’ persona. Podemos comparar las manías con las alergías. Es la repetición de estas las que nos acaba sacando de nuestras casillas.
El problema llega cuando son nuestros compañeros más cercanos, nuestros familiares o nuestra propia pareja la que comete estas manías que nos sacan de quicio, porque insistimos que lo que marca la diferencia es la repetición.
Hay terapias específicas para superar las manías de las personas con las que convivimos día a día. Aprender a relajarse cuando estas se están produciendo es el principal objetivo de las terapias.
¿Qué debemos hacer cuando nos enfrentamos a las manías de los demás?
Tenemos que cambiar nuestro comportamiento, no debemos permitirnos a nosotros mismos que ese tipo de actuaciones nos irriten. Al fin y al cabo todo esta en la cabeza. Repetirnos a nosotros mismos que eso no nos molesta, será tu mejor terapia.
Además, tenemos que tener presente, que todos tenemos manías, eso quiere decir que los otros también tienen que soportar las nuestras.